Mejillones Rellenos
Me gusta seleccionar
el mejillón de una talla media y lo más fresco posible.
La cebolla y ajo
picados muy finamente se sofríen a una temperatura moderada en el fondo de una
amplia cazuela añadiendo una hoja de laurel y perejil.
De lo que se trata es
que el aceite se impregne de los aromas más que de conseguir el dorado de la
cebolla y el ajo.
Siempre pongo tapa para no perder esencia, ojo con la
potencia de fuego, siempre moderado.
En el momento que la cebolla se vea blanda y medio
transparente el sofrito ya estará preparado para añadir un vaso de vino blanco.
Suelo utilizar Marques de Vizhoja,
Un vino blanco joven
elaborado por Bodegas Marqués de Vizhoja, en la zona fronteriza que delimita España y
Portugal, cerca del Miño.Un vino de autor que no está amparado por ninguna
D.O.elaborado a partir de las variedades Albariño, Loureria Blanca y Treixadura.
Amarillo pajizo de
tonalidades verdosas, con toques de fruta blanca y matices florales junto a agradables
recuerdos herbáceos, equilibrados y finos, muestra notas cítricas y afrutadas. La
elección de un vino para cocinar es importante, las notas que muestran los
caldos están en armonía con la cocina que queremos mostrar.
Una vez que se han volatilizado
los vapores alcohólicos añadimos los mejillones y volvemos a tapar la cazuela
para que el vaho impregnado en aromas separe
las conchas.
Pocos minutos, yo tan
solo tres, son necesarios para la carne.
Tenemos que tener en cuenta que
después va a cocinarse con la bechamel, no es necesario que se hagan demasiado.
La salsa que queda en
la cazuela se filtra con un colador de tela para utilizar parte de ella para
ligar la salsa bechamel.
La salsa blanca no
tiene ningún secreto. Yo lo hago con mantequilla y utilizo un poco de nuez
moscada. La bechamel debe hacerse a baja temperatura para que la harina se cocine suavemente. No deben de quedar
grumos, mezclamos un poco de caldo de mejillón, probamos y rectificamos de sal.
En un sartén
pequeña sofrío muy suavemente cebolla muy, muy picada con pimiento de piquillo y
cuando ya esté hecho añado la carne desmenuzada del mejillón, huevo cocido y un poco del caldo de cocción que hemos reservado.
Hay que tener en
cuenta que la salsa blanca cuando pierda temperatura tiende a espesar, es
conveniente verterla en otro recipiente que no esté sometido al fuego.
Rellenamos las
conchas, pasamos por pan rallado, huevo y a la sartén. Yo tengo la costumbre de
que primero frío la parte con concha para que se cocine por dentro y después le
doy la vuelta.
Cuando salen de la
sartén los coloco con papel absorbente y ya está.
Admite congelación
simplemente cubierto con pan rallado.
Se puede rellenar con
gamba, surimi, merluza e incluso bacalao con salsa verde…
¡ Imaginación !
Que aproveche.